En el mundo de la tecnología, el almacenamiento de datos es esencial. Ya sea para uso personal o profesional, el espacio de almacenamiento es algo que nunca sobra. Es por eso que los SSD externos son una buena opción para aquellos que necesitan más espacio de almacenamiento. Sin embargo, antes de comprar uno, hay algunas consideraciones a tener en cuenta.
Antes de entrar en detalle sobre los aspectos a tener en cuenta antes de comprar un SSD externo, es importante discutir cómo puede ser beneficioso tener uno. En primer lugar, los SSD externos son mucho más rápidos que los discos duros externos convencionales. Esto se traduce en tiempos de carga más rápidos y mayor velocidad al trabajar con archivos.
Además, los SSD externos son más duraderos que los discos duros externos gracias a que no tienen partes móviles. Esto significa que son menos susceptibles a fallas mecánicas como las que pueden ocurrir con los discos duros externos.
Por último, aunque los precios de los SSD externos son más elevados que los discos duros externos, el precio ha bajado en los últimos años, por lo que comprar un SSD externo hoy en día es más accesible que antes.
El tamaño del SSD externo que se elija dependerá del uso que se le quiera dar. Si se trata de un equipo de escritorio, lo más probable es que se quiera un SSD externo grande para almacenar muchas fotos, videos, archivos y documentos. Si se trata de llevar archivos de un lugar a otro, un SSD externo pequeño de 250 GB o 500 GB será más que suficiente.
Es importante tener en cuenta que los SSD externos pueden ser más caros que los discos duros externos de la misma capacidad. Por lo tanto, la elección del tamaño del SSD externo debe basarse en lo que se pretende almacenar en él y en el presupuesto disponible.
Otro factor importante a tener en cuenta antes de comprar un SSD externo es la velocidad de transferencia. Dependiendo de cómo se planee utilizar el SSD externo, la velocidad de transferencia puede ser bastante importante.
Para aquellos que necesitan trabajar con archivos grandes, como videos, fotos y música, la velocidad de transferencia será esencial. Si se trata de transferir archivos grandes desde el SSD externo al computador o viceversa, la velocidad de transferencia se convierte en un factor crítico.
La velocidad de transferencia se mide en megabytes por segundo (MB/s). Los SSD externos más rápidos ofrecen velocidades de transferencia de hasta 550 MB/s. Sin embargo, si el SSD externo se utilizará principalmente para hacer copias de seguridad de documentos o fotografías, una velocidad de transferencia menor no será un problema.
Es importante tener en cuenta la compatibilidad del SSD externo con el sistema operativo que se utiliza en el equipo. Los SSD externos suelen ser compatibles con Windows, macOS y Linux.
Antes de comprar un SSD externo, se debe verificar que el dispositivo es compatible con el sistema operativo que se utiliza. Si se planea usar el SSD externo en varios sistemas operativos, se debe buscar uno que sea compatible con todos ellos.
Los SSD externos pueden conectarse al computador a través de diferentes opciones. Los SSD externos de mayor antigüedad suelen utilizar el puerto USB 3.0, pero actualmente se pueden encontrar SSD externos que utilizan el puerto USB Tipo-C o Thunderbolt.
Si se pretende utilizar el SSD externo con un equipo que solo tiene puertos USB 3.0, no será necesario comprar uno con una conexión USB Tipo-C. Sin embargo, si se planea utilizarlo con equipos que tienen puertos más nuevos, es recomendable comprar uno con la última tecnología de conectividad para aprovechar al máximo la velocidad de transferencia.
Además, algunos SSD externos tienen conectividad inalámbrica Wi-Fi para conectarse a dispositivos móviles. Esta funcionalidad permite acceder al SSD externo sin necesidad de conectarlo físicamente al equipo y, por lo tanto, es ideal para aquellos que necesitan acceder a sus archivos desde diferentes dispositivos.
Los SSD externos son más duraderos que los discos duros externos, ya que no tienen partes móviles. Sin embargo, no todos los SSD externos son iguales en cuanto a durabilidad.
Es importante tener en cuenta que los SSD externos pueden ser expuestos a diferentes condiciones de uso. Si se planea usar el SSD externo en ambientes extremadamente fríos o calurosos, se debe buscar uno que tenga una cobertura adecuada para protegerlo de estos ambientes.
Es importante también buscar un SSD externo que tenga una tasa de error baja. Una tasa de error alta puede significar que el SSD externo fallará con más frecuencia, lo que es algo a tener en cuenta si los datos almacenados son importantes.
Un SSD externo puede ser una gran inversión para aquellos que necesitan más espacio de almacenamiento. Antes de comprar uno, es importante considerar el tamaño, la velocidad de transferencia, la compatibilidad con el sistema operativo, la conectividad y la durabilidad del SSD externo. Con estos aspectos en mente, se podrá tomar la mejor decisión al comprar uno.